Nuestras Giladas

jueves, 9 de mayo de 2013

RESPONSABILIDAD SOCIAL DEL DISEÑADOR GRÁFICO


Responsabilidad Social del Diseñador Gráfico


Estamos entrando rápidamente en la sociedad de la imagen, tiempo atrás se decía que ésta era que nos toca vivir y luchar era la era de las TELECOMUNICACIONES, pero hoy por hoy vemos que la palabra ha sido destronada por la imagen... ¿Estaríamos hablando de una sociedad de la información o más bien de una sociedad de la imagen? Quizás la respuesta esté en aceptar que somos la sociedad de la información gráfica, mala suerte para los periodistas, escritores, cineastas, pero el mundo parece entrarnos hoy por los ojos. Nos encontramos con una hipótesis simplista de que la imagen crea la comunicación, sin embargo no es hacerle justicia a la imagen definirla como proceso comunicativo, porque sabemos desde siempre que no hay vínculo directo entre la comunicación y la imagen. En el fondo no hay objeto teórico más complejo, abarcativo y lamentablemente menos estudiado que la imagen, en todas sus manifestaciones visuales. 


Teorías psicologistas intentan explicar la relación que se da entre la imagen de una empresa o producto y los anclajes mentales que produce en los consumidores. Se explicó que determinadas formas y colores producen marcas o puntos de localización en nuestras mentes, estamos hablando de la capacidad que tienen las imágenes representativas para aludir instantáneamente a un producto o una empresa, esto es, llevado a un grado más elevado, la capacidad para aludir a conceptos, modos de pensar y de entender el mundo. No es casual que a la gráfica que una empresa usará como bandera y firma se le haya dado en llamar MARCA. 

Si entendemos que una imagen no sólo vale más que mil palabras, sino que tambien puede comunicar aunque no participe activamente de ningún proceso comunicativo, que produce cambios permanentes en la mente de las personas, que hoy por eso es el recurso más importante de esta nueva sociedad que estamos dibujando, ahí es donde entra la responsabilidad social de los trabajadores de la imagen, y puntualmente de los diseñadores gráficos como reivindicadores de su propia cultura. 

El diseñador gráfico trabaja bajo enormes presiones, tiene que hacer todo rápido y excelente, tiene que hacer todo estético, llamativo, impactante, trabaja 29 horas al día para poder cumplir con un mercado laboral que le exige cada día más y lo reconoce cada vez menos la profesionalidad de su labor, de su oficio y de su arte. Se les pide algo novedoso, algo cosmopolita, algo mágico, algo internacional, que represente a una empresa y su filosofía. ¿Algo fácil para hacer en un papel y armado con un par de lápices de colores? El diseñador gráfico de épocas anteriores quizás podría haberse dado el lujo de obedecer estos lineamientos sin cuestionarse, pero hoy, que vemos que con la imagen vamos dibujando modos de pensar, las cosas cambian. 

Aceptemos el desafío de ser excelentes diseñadores, pero tengamos un compromiso aún mayor con nuestra gente, nuestra cultura. Reivindiquemos en cada uno de nuestros diseños la cultura local, las gráficas del arte precolombino, las voces y los colores de nuestras tierras. Seamos globalizados, participemos de este circo, y que se inserte en nuestras repúblicas el mundo, PERO EL TRONCO HA DE SER DE NUESTRAS REPÚBLICAS. Entendamos que con cada diseño estamos dandole qué pensar a la gente, qué opinar de la estética y no sólo con qué entretener la vista. Por eso apostemos a nuestras propias potencialidades... Dejemos que surja el gaucho en nuestras marcas, que aparezcan diseños latinoamericanos, que usemos los colores de nuestra tierra, asumamos el desafío de representar las exigencias y las luchas de nuestra sociedad en nuestros trabajos. 

La concepción de "lápiz" como una simple herramienta de dibujo es obsoleta, el lápiz ahora está revestido con el poder de la manipulación de mensajes, de mentes. Usemoslo correctamente, sin darle la espalda a esta cultura que es la nuestra, que es tan rica y mil veces más milenaria que la torre Eiffel o Mickey Mouse.

Mauricio Serra Alsina

Este texto sintetiza opiniones personales del gil de Mauricio Serra y no necesariamente se corresponde con la opinión de los otros giles; así como tampoco habría necesidad de correspondencia con la opinión personal tuya. Si mi opinión no se corresponde con la tuya, lo que te corresponde entonces es que me dejes un comentario y vamos viendo de qué manera le damos manija juntos.

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